Informació d'interès general
JUNY 2017
1. El Club Esportiu El Vilar, protagonista aquest mes del Punt de l'Entitat al hall de la CEB 2. El consum de sucre suposa el 17% d'ingesta total d'energia El estudio científico ANIBES, realizado por la Fundación Española de Nutrición, analizó el consumo de azúcares en la población, que supone el 17% de la ingesta total de energía. Los niños de nueve a 12 años son los que más los toman. Esta investigación, que ha sido publicada en la revista científica "Nutrients", se centra en el análisis disgregado de la ingesta de azúcares intrínsecos y añadidos en la alimentación de una muestra representativa de la población española, así como de las principales fuentes de alimentos y bebidas que contribuyen a esta ingesta. Gregorio Varela-Moreiras, presidente de la Fundación Española de la Nutrición (FEN), director del Grupo de Investigación en Nutrición y Ciencias de la Alimentación (CEUNUT) y catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo de Madrid, explicó que “la media de ingesta de azúcares totales fue de 76,3 g/día, lo que supone el 17% de la ingesta total de energía. Si disgregamos los datos, la media de ingesta diaria de azúcares intrínsecos fue de 42,4 g/día y la de añadidos de 28,8 g/día, lo que supone un 9,6% y un 7,3% de la energía total, respectivamente”. En lo que respecta a la población infantil de nueve a 12 años, el experto afirmó que “es el grupo de edad con la mayor ingesta total de azúcares, 91,6 g/día, lo que supone el 18,8% de la energía total. Ordenados de mayor a menor contribución, los subgrupos de alimentos y bebidas conformados por las leches, el chocolate, los zumos y néctares, las frutas y la bollería y pastelería aportan el 60% del consumo diario, seguidos por los refrescos con azúcar, el yogur y las leches fermentadas”. En el resto de grupos de edad, indicó que “los adolescentes (13-17 años) son los que tienen una mayor ingesta de azúcares añadidos, (45,9 g/día de una ingesta total de azúcares de 88,4 g/día) y los que menos los toman son los mayores (65-75 años), con una ingesta de 35,2 g/día de un consumo de azúcares totales de 78,4 g/día”. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los azúcares intrínsecos son aquellos incorporados en la estructura de frutas y verduras y hortalizas frescas y enteras sin manipular ni procesar. Este organismo define los azúcares añadidos como los incorporados a los alimentos y bebidas durante el procesado (ya sea por el fabricante, cocinero o el propio consumidor), así como los naturalmente presentes en miel, jarabes, zumos de fruta y néctares. Los cinco grupos y subgrupos de alimentos y bebidas que actuaron como principales fuentes de azúcares intrínsecos en el estudio fueron, según Varela-Moreiras, “el grupo de las frutas, el subgrupo de las leches, el subgrupo de los zumos y néctares, el grupo de las verduras y hortalizas, así como los subgrupos del yogur y leches fermentadas. Estos mismos alimentos y bebidas son los que contribuyeron en mayor medida a la ingesta de este tipo de azúcares en cada grupo de edad por separado”. Teniendo en cuenta las diferencias entre sexos, “la población femenina tendía a ingerir una mayor proporción de azúcares intrínsecos procedentes de grupos y alimentos y bebidas como las frutas, las verduras y hortalizas o la leche y productos lácteos, que habitualmente están considerados dentro de un modelo alimentario saludable. A la vez, ingerían una menor proporción de alimentos y bebidas como zumos y néctares, bebidas alcohólicas de baja graduación o refrescos con azúcar”. En lo que se refiere a los azúcares añadidos, sus principales fuentes alimentarias fueron los subgrupos de “refrescos con azúcar, azúcar, bollería y pastelería, chocolate, yogur y leches fermentadas, otros productos lácteos, mermeladas y otros, zumos y néctares, cereales de desayuno y barritas de cereales, otros dulces, bebidas para deportistas, pan y precocinados. Entre todos representaban más del 95% de la contribución a la alimentación diaria”. El subgrupo integrado por el chocolate fue la fuente alimentaría que más azúcares añadidos aportó al grupo de edad de los niños (nueve-12 años). A éste le siguen los subgrupos de refrescos con azúcar, bollería y pastelería, otros productos lácteos, yogur y leches fermentadas, zumos y néctares, azúcar, cereales de desayuno y otras barritas de cereales, otros dulces, bebidas para deportistas, mermeladas y otros y precocinados. La suma de todos ellos incluye más del 95% de la contribución de este tipo de azúcares a la alimentación diaria de los más pequeños. En el grupo de adolescentes (13-17 años), este subgrupo ocupa el segundo lugar tras el de los refrescos con azúcar como fuente alimentaria de azúcares añadidos. Les siguen los de la bollería y pastelería, el azúcar, los zumos y néctares, otros productos lácteos, los yogures y leches fermentadas, los cereales de desayuno y barritas de cereales, otros dulces, las mermeladas y otros, las bebidas energéticas y los precocinados. A nivel internacional, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) acaba de anunciar que a partir de 2020 aportará evidencia científica sobre la ingesta diaria recomendada de azúcares añadidos en los alimentos, así como sus efectos para la salud y, por tanto, potencialmente recomendaciones específicas de ingesta y límites de la misma. La OMS ya publicó en 2015 su guía actualizada sobre su ingesta en adultos y niños en relación con el peso corporal y la salud bucal. El Dr. Varela-Moreiras señaló que "este documento aconseja reducir de forma general la ingesta de azúcares añadidos a lo largo de la vida y la reducción de la ingesta de azúcares añadidos a menos del 10% del total de la ingesta, tanto en niños como en adultos, algo que este organismo ya indicó en otras guías publicadas en 2003". Recalcó también que “uno de cada cuatro participantes en el estudio científico ANIBES superaba esta cifra. De manera global, únicamente la población femenina del grupo de edad de los adolescentes (13-17) estaba ligeramente por encima de este 10% recomendado. Estos datos indican que el porcentaje de personas que están por debajo de las recomendaciones de ingesta de azúcares añadidos en España es mayor en comparación con otros países no mediterráneos. A esto hay que añadir que en nuestro país existe una gran variedad (mayor que en otros países) de alimentos y bebidas que aportan este nutriente”. El presidente de la FEN determinó que “es necesario resaltar que se requieren esfuerzos para mejorar la calidad de la alimentación diaria en las poblaciones más jóvenes donde sus patrones y tendencias sean motivo de preocupación. Además, son necesarios más estudios sobre las asociaciones entre la ingesta de azúcares totales, así como de manera individual, y los problemas de salud y enfermedades crónicas en España para una mayor precisión en la política nutricional a seguir”. 3. Els espanyols van gastar 96,7 euros de mitja en esport l'últim any El Consejo Superior de Deportes ha publicado el Anuario de Estadísticas Deportivas 2017. Se recogen datos sobre empleo, empresas vinculadas al deporte, gasto público y de los hogares en bienes o servicios deportivos, comercio exterior, enseñanza y el turismo deportivo. Los españoles gastaron 96,7 euros en este tipo de servicios en el último año. El anuario, elaborado junto al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD), ofrece también las cifras referidas al deporte federado, al control del dopaje, a la formación de entrenadores, las instalaciones y los hábitos deportivos de los españoles. 4. El exceso de peso de los niños no preocupa lo suficiente a los padres Nestlé ha publicado los primeros resultados del IV Observatorio sobre Hábitos Nutricionales y Estilos de Vida de las Familias. El 82% de los padres creen que sus hijos tienen un peso normal, cuando el porcentaje es de solo el 62%. El estudio, realizado por la firma de investigación de mercados IPSOS, ha querido profundizar en la falta de concienciación sobre el problema de la obesidad infantil en España. La mayoría de padres de niños con sobrepeso no son conscientes del problema y los que lo son lo perciben únicamente como una situación pasajera. Los datos reflejan que uno de cada tres padres, aún siendo conscientes del sobrepeso de sus hijos, declara que éste le inquieta “poco o nada”. Actualmente, el 30% de los menores españoles presenta esta enfermedad. Rafael Casas, psiquiatra y experto en promoción de hábitos de salud y en obesidad infantil, aseguró que "en las familias hay todavía una insuficiente concienciación y una escasa percepción de la gravedad que puede llegar a tener la obesidad infantil. Para prevenirla eficazmente, se requiere aumentar esta conciencia y, a su vez, aportar herramientas e información a las familias para conseguir una alimentación y un estilo de vida más saludables para sus hijos". Explicó también que “existen motivos y datos suficientes para constatar la dejadez acerca de este tema en un importante porcentaje de padres que, bien no son conscientes del problema, bien lo perciben como una situación pasajera". El 82% de los encuestados (de 1.078 entrevistados vía online) creen que sus hijos tienen un peso normal cuando la realidad dista bastante de su percepción. El 12% padece obesidad, mientras que un 18% tiene sobrepeso. Incluso entre el 27% de padres cuyos chicos tienen exceso de peso y que sí reconocen el problema falta concienciación. No consideran que haya que tomar medidas para remediarlo. Los datos del Observatorio Nestlé revelaron que existe nerviosismo en el caso contrario. Lo que inquieta a más del 50% de los padres de niños con exceso de grasa corporal es que sus hijos coman menos de lo que necesitan. Anabel Aragón, responsable de Nutrición de Nestlé España, consideró que "a pesar de que los padres tienen cada vez más fácil el acceso a todos aquellos temas relacionados con la nutrición y que nunca como hasta ahora ha habido tanta información sobre qué alimentos y cuánto deben comer los más pequeños de la casa, todavía es una asignatura pendiente acercar las recomendaciones de los expertos a la realidad cotidiana y al contexto social actual de las familias". La especialista en nutrición apuntó a una labor colectiva y a gran escala: “Entre todos (industria alimentaria, instituciones públicas y privadas, profesionales de la salud, etc.) debemos ser capaces de conseguir que resulte sencillo aplicar las recomendaciones nutricionales e incorporar a la rutina diaria los hábitos saludables a la hora de comer". Los siete años suponen un gran umbral en el que la obesidad infantil se dispara. Según el trabajo, el 28% de niños con este problema en la franja de los tres y seis años se eleva hasta el 34% cuando sobrepasan esa edad. Rafael Casas considera que el grado de autonomía con el que los jóvenes empiezan a desmarcarse de los hábitos alimentarios impuestos por sus progenitores es un factor determinante. Como ejemplo, el experto explicó que "muchos niños poseen cierta capacidad adquisitiva para comprar chucherías, pasan demasiado tiempo delante de la televisión y manejando dispositivos electrónicos, se entretienen con juegos sedentarios e incluso, en muchos casos, son los niños quienes mandan en su alimentación y eligen lo que desean para comer, probablemente platos muy calóricos en lugar de recetas saludables". A partir de los siete años, muchos de ellos sacrifican dos de las cinco comidas recomendadas (la de media mañana y la merienda). Solo el 37% de los niños de entre diez y doce años cumple esta dieta aconsejada cada día. Los propios padres admiten que la situación empeora cuando sus hijos se hacen mayores. El 10% de ellos, con niños entre tres y seis años, acepta esta realidad, dato que contrasta con el 20% de progenitores de chicos de entre diez y 12 años que advierten el problema. Respecto a las diferencias por sexo, éstas no son especialmente llamativas, pero existen, ya que el 65% de las niñas tiene un peso normal frente al 59% de los niños. Los menores comen mucha menos fruta y verdura de lo aconsejable y más del doble de la cantidad asumible de hidratos de carbono. Mientras un 69% de padres aseguran conocer la proporción de fruta que deben ofrecer a sus pequeños (tres raciones), únicamente un 17% cumple con ello. Los resultados muestran cómo los niños toman un 42% de verduras menos de lo recomendado. Si bien es cierto que un 66% de padres admite conocer qué cantidad deben darles, apenas un 54% de progenitores ponen verdura en el plato dos veces al día, tal y como aconsejan los nutricionistas. Nada que ver con los excesos de macarrones, espaguetis y tallarines que abundan en las comidas y cenas españolas. El consumo desorbitado de hidratos de carbono entre los más jóvenes, que supone un 56% de sus platos, muestra una realidad muy alejada de un modelo saludable. 5. Projecte europeu Castle per incloure el escacs en els plans educatius El Proyecto Castle ofrecerá una jornada divulgativa el próximo viernes, 23 de junio, en Madrid. Se debatirá sobre las experiencias educativas basadas en el Ajedrez y su posible implantación en los colegios. La conferencia comenzará a las nueve de la mañana en el IES Ramiro de Maeztu de Madrid. Tras una breve presentación, se iniciará la ponencia sobre “Proyecto Castle, competencias del Ajedrez Educativo en Educación Primaria”. En ella, intervendrán representantes de la Comunidad de Madrid, del Club Ajedrez 64 Villalba y del Club Allfiere Blanco (Italia). El siguiente tema versará sobre el “Ajedrez en las escuelas. Perspectiva nacional e internacional”. Intervendrán miembros de federaciones españolas y de otros países. Las charlas se desarrollarán por la mañana y parte de la tarde, dando paso a los talles prácticos. A las 16:00 horas será el turno del taller de Psicomotricidad y Ajedrez, y a las 16:30 horas el de Ajedrez como herramientas TIC. El evento está organizado por el Club Ajedrez 64 Villalba, Madrid Chess Academy y la Comunidad de Madrid. Proyecto Europeo Castle Se trata de un plan de estudios de Ajedrez para el progreso de los alumnos de educación primaria. Participan tres socios con amplia experiencia en el aprendizaje a través del Ajedrez: “Alfiere Bianco” en Italia, “Deutsche Schulschachstiftung” (Fundación Alemana de Ajedrez en las Escuelas) en Alemania y “Club de Ajedrez 64 Villalba” en España. Forma parte del proyecto europeo Erasmus +. El Ajedrez en la escuela puede favorecer el desarrollo de los individuos, con la participación de las capacidades peculiares de la naturaleza humana (la comprensión de las leyes de causa y efecto, la capacidad de elegir e interpretar las relaciones, el desarrollo de habilidades como la autodeterminación y la rendición de cuentas). Esto es lo que se busca enseñar a los niños, haciéndoles entender que para continuar por el camino elegido en la vida de manera constructiva, siempre se necesita un poco de ayuda, porque el ser humano está organizado en una sociedad colectiva. De ahí la importancia de un enfoque básico sobre el Ajedrez. De la misma forma que se desarrolla la concentración, creatividad, capacidad de análisis, toma de decisiones, memoria, perseverancia, con un impacto positivo inmediato en el nivel escolar, se enseña también que para obtener resultados se debe aprender a relacionarse con los demás, aceptando su presencia y aprovecharlo al sentirse aceptado. A través de las partidas de este deporte en la escuela se fomenta la integración social, la lucha contra la discriminación, la prevención de la intimidación, la cohesión social y reducto de la tasa de criminalidad. El juego del Ajedrez es una formación para la vida, en el que se aprende a enfrentar dificultades, fracasos e incluso éxitos y victorias. La comprensión de sus procesos ayuda a desarrollar el pensamiento crítico, la paciencia, la aceptación de la derrota, la determinación y la capacidad de un enfoque estratégico, habilidades esenciales para hacer frente a las acciones que se realizan todos los días, en un mundo como un gran tablero de ajedrez. |
Data de realització: 02/26/2014 | Data de la darrera actualització: 06/30/2017
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