Informació d'interès general
1. Las lesiones oculares son evitables usando protección adecuada Un informe de la Academia Americana de Oftalmología muestra que las lesiones relacionadas con actividades deportivas se pueden evitar llevando protección. Los expertos te enseñan cómo actuar en caso de golpes o dolencias. Los traumas oculares están directamente relacionados a muchos deportes. Si bien la estructura de la cara ayuda a proteger los ojos con las lesiones, estas contusiones pueden dañar la zona y, en caso de ser severas, perjudicar gravemente la visión. Un estudio reciente de la Academia Americana de Oftalmología (AAO) informa que las lesiones producidas en actividades deportivas pueden evitarse si se utiliza una protección adecuada. Como dato relevante, la entidad recuerda que cada año unas 100.000 personas se ven perjudicadas por los deportes relacionados con lesiones en los ojos. Cerca de 13.500 de estas lesiones terminan en la pérdida permanente de la visión, siendo el Baloncesto uno de los deportes en los que las lesiones oculares más comúnmente ocurren, estimado en 6.000 lesiones relacionadas. Estas van desde una lesión corneal superficial hasta una fractura orbitaria. Dependiendo del tipo de mecanismo de producción de la lesión ocular, el mismo puede ser contuso. En este caso, el ojo se golpea con un objeto romo, se comprime y retrae súbitamente, lo cual puede hacer que se acumule sangre debajo del área afectada, desencadenando en muchos de los síntomas habituales del traumatismo ocular. Los ejemplos más claros son: el hematoma (ojos morados), cortes en el párpado, ojo rojo, hinchazón, hemorragia entre la córnea y el iris (conocida como hipema), desprendimiento de retina, visión borrosa o nublada y visión doble entre otros. En este reciente informe de la AAO, los médicos oftalmólogos que tratan estas lesiones señalan que el 90% de las dolencias en los ojos relacionadas con el deporte se puede prevenir con el uso de gafas de protección aprobadas. La Academia Americana de Oftalmología brinda los siguientes consejos: 1. Los atletas deben usar protección para los ojos en los diversos deportes y la misma debe cumplir con los requisitos establecidos por el organismo de certificación o normas apropiadas. 2. Los niños deben tener especial cuidado y usar protección para los ojos ya que un tercio de las lesiones oculares relacionadas con el deporte ocurren en este grupo de edad. 3. Para el Baloncesto, los deportes de raqueta, el Fútbol y el Hockey, es necesario usar gafas de protección con lentes de policarbonato. Para el Béisbol y el Hockey sobre hielo, lo más recomendable es llevar un casco con una máscara de policarbonato o con escudo de alambre. 4. Los atletas que usan lentes de contacto o gafas también deben usar gafas de protección adecuada. 5. Para preservar la visión que les queda, todos los atletas que tengan un solo ojo funcional deben utilizar protección ocular adecuada para todos los deportes. No deben, sin embargo, participar en boxeo o deportes de alto contacto como las artes marciales, debido al alto riesgo de sufrir lesiones en los ojos. El tratamiento de los traumas oculares es variado. Por ejemplo, en casos leves -como un ojo morado por una lesión deportiva- aplicar frío en la zona afectada puede ayudar a reducir la hinchazón y permitir que esa zona mejore con mayor rapidez. Sin embargo, incluso en esos casos en los que el traumatismo parece leve, la lesión ocular debe recibir atención médica siempre. En los casos más graves puede ser necesaria inclusive la cirugía oftalmológica. El informe de la AAO concluye sosteniendo que proteger los ojos mientras se practican deportes es también proteger el futuro del deportista, ya que dichas lesiones pueden tener consecuencias de por vida. Font: Mundideporte 2. Caminar dos minutos cada hora nos ayuda a prolongar nuestra vida El Clinical Journal of the American Society of Nephrology ha publicado un estudio que muestra que caminar dos minutos a la hora prolonga la vida. Se demostró que reduce el riesgo de muerte prematura en un 33% de la población general. Si se tiene un trabajo sedentario, cualquier excusa es válida para levantarse de la silla con frecuencia y caminar un par de minutos. Este "saludable" hábito, según los expertos, ayuda a aumentar la supervivencia, y así lo refuta un nuevo estudio que acaba de publicar en sus páginas la revista "Clinical Journal of the American Society of Nephrology". Dos minutos de movimiento cada hora. Ese parece ser el ingrediente secreto para reducir el riesgo de muerte prematura en un 33% en la población general; ocho puntos (41%) más en en pacientes con enfermedad renal crónica. Un grupo de científicos de la Universidad de Utah observaron durante prácticamente tres años a un total de 3.626 participantes. De estos, 383 tenían enfermedad renal crónica. Se sabe que el sedentarismo está relacionado con un incremento de mortalidad en la población general. Srinivasan Beddhu, principal autor de este trabajo, puntualiza: "Supone un importante factor de riesgo de enfermedades como la obesidad, la diabetes tipo 2, cardiovasculares...". Sin embargo, agrega, "se desconoce si la introducción de actividades de baja intensidad en este estilo de vida confiere algún beneficio o compensa de alguna manera". Cuando se habla de ejercicio, relata el artículo, generalmente se piensa en intensidad media y alta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a los niños entre cinco y 17 años al menos 60 minutos de actividad física de moderada a vigorosa a diario y a los adultos, unos 150 minutos de actividad aeróbica de moderada a vigorosa a la semana o 75 minutos intensos. Todo con el objetivo de mejorar el estado muscular y cardiorespiratorio, los huesos y para reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles. Según la OMS, al menos un 60% de la población mundial no realiza actividad física y, dada su repercusión en la salud general de la población en el mundo, "se necesitan con urgencia medidas de salud pública eficaces para mejorar la actividad física de todas las poblaciones". Desde 1950 ha aumentado sustancialmente el tiempo que se dedica a actividades sedentarias como ver la televisión y trasladarse en medios de transporte pasivos. Existe un consenso internacional sobre la necesidad de reducir el sedentarismo, pero poco se ha analizado sobre la posibilidad de compensar este estilo de vida con actividad de intensidad baja, tales como caminar unos metros. De ahí, el interés de este análisis. A través de una encuesta sobre salud y nutrición realizada en EEUU entre 2003 y 2004, Beddhu y sus colegas examinaron la importancia relativa de las actividades de baja intensidad en la población general y en pacientes con enfermedades crónicas del riñón. "Teníamos la esperanza de entender si la mezcla entre una menor duración de las actividades sedentarias con una mayor duración de las actividades de baja intensidad se asocia con beneficios de supervivencia". Utilizando técnicas estadísticas específicas, los investigadores observaron que simplemente con actividad de baja intensidad no se compensan los efectos que pueda producir el sedentarismo. Sin embargo, si esta actividad se realiza durante dos minutos cada hora, el riesgo de muerte prematura se reduce en un 33% en la población general y en un 41% entre los pacientes con enfermedad renal crónica, "que son aún más sedentarios". Si los primeros dedicaban más o menos la mitad de su tiempo a actividades sedentarias, los afectados por problemas renales, casi dos terceras partes del día. Los resultados de este estudio están en consonancia con otro trabajo publicado en otra revista científica, "American Journal of Clinical Nutrition". Este estudio animaba a la comunidad médica a prescribir, tanto a personas sanas como a aquellas con riesgo cardiovascular, la interrupción regular de periodos sedentarios mediante breves periodos de actividad física. Demostraban que dos minutos de movimiento físico cada media hora tenía un efecto positivo en la glucemia e insulina de las personas sanas. A tenor del último estudio, parece que los dos minutos de movimiento pueden ser cada hora. Dados los resultados, los expertos creen que el patrón según el cual se acumula el total de tiempo sedentario puede atenuar parcialmente los efectos negativos de dicho comportamiento. Font: Mundideporte 3. El entrenamiento de alta intensidad puede aliviar el dolor de la artritis La Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología ha publicado un estudio sobre los beneficios de la actividad física en mujeres con artritis. Demuestra que un entrenamiento de alta intensidad puede aliviar el dolor y reducir la inflamación. La artritis es una enfermedad que causa inflamación en las articulaciones, lo que provoca debilidad y pérdida de movimiento. Afecta a alrededor del uno por ciento de la población, y cerca de tres veces más mujeres que hombres. El tratamiento ayuda a aliviar los síntomas, pero la enfermedad es crónica. Anja Bye, investigadora en el K.G. Jebsen Centre for Exercise in Medicine-Cardiac Exercise Research Group (CERG), en la NTNU ha sido la encargada de llevar a cabo el estudio. La doctora explicó que" es especialmente importante para los pacientes con artritis a mantenerse en forma y trabajar en su resistencia cardiovascular”. Sin embargo, hasta ahora ha habido poca documentación de cómo el ejercicio afecta en realidad las articulaciones artríticas. Bye añade que los estudios han demostrado que las sesiones de trabajo de intensidad moderada pueden ayudar a mejorar la resistencia sin provocar dolor o inflamación o perjudicar las articulaciones. Esta experta explica que numerosos estudios muestran que el entrenamiento de intervalos de alta intensidad es mucho más eficaz para mejorar la resistencia que los de moderada intensidad. Además, indica que esto es válido tanto si se trata de un individuo enfermo o sano, o joven o viejo. Con este estudio querían ver si los pacientes con artritis podrían manejar el entrenamiento de alta intensidad y ver los mismos efectos positivos. Tras diez semanas de duro entrenamiento en una bicicleta de spinning dos veces a la semana, Bye no apreció ningún efecto adverso sobre los participantes de su estudio, un grupo de mujeres con artritis. Más bien al contrario, ya que se observó una tendencia a que haya menos inflamación, medida por el marcador de inflamación CRP. Por otra parte, los participantes del estudio experimentaron un aumento en el consumo máximo de oxígeno, lo que significa que redujeron su riesgo de enfermedad cardiovascular. Asimismo, los participantes experimentaron una pequeña reducción en el índice de masa corporal, el porcentaje de grasa corporal y la medición de la cintura, así como un aumento en la masa muscular como consecuencia del periodo de formación. El estudio fue un piloto que merecía la pena investigar en profundidad, y en consecuencia sólo incluyó a 18 mujeres de entre 20 y 49 años. Dado el pequeño tamaño del estudio es demasiado pronto para concluir que los programas de formación recomendados para pacientes con artritis deben cambiar, pero el estudio sugiere que podría ser una buena idea. El Departamento de Reumatología en el Hospital St. Olavs está trabajando ya en un estudio de entrenamiento de alta intensidad para diferentes grupos de pacientes con CERG.Font: Mundideporte 4. Decálogo de la Universidad Europea sobre cómo nadar correctamente Germán Díaz Ureña, profesor de la Universidad Europea, ha elaborado un decálogo sobre cómo nadar correctamente a crol, el estilo más practicado. Recomienda, entre otras cosas, controlar la respiración y coordinar los movimientos. El crol o estilo libre requiere técnica más que fuerza.Con diversos aspectos a tener en cuenta, se puede nadar mucho más rápido y con menos esfuerzo. Antes de entrar en el agua debe depurarse la técnica. Por ello, los diez puntos a seguir que aconseja el profesor Díaz Ureña son: - Nadar en línea recta: Para conseguir nadar bien, hay que dejar de ir de un lado a otro de la corchera o de la piscina. Pueden usarse las líneas del suelo como referencia. Así se evitarán choques con otros nadadores y realizar esfuerzos innecesarios. - Mejorar la posición en el agua: Es fundamental para mejorar la técnica de nado. Debe intentarse ir lo más horizontal posible. Todos las partes de cuerpo que se alejen de esa horizontal, frenarán el movimiento. - Controlar la respiración: Cuantas menos veces se respire, más rápido se nadará, pero menos se aguantará nadando. Hay que acostumbrarse a soltar el aire dentro del agua y tomarlo cuando salga la boca. Intentar respirar por ambos lados y no sólo por uno. - Mover siempre los brazos: Es importante que los brazos estén en movimiento y que haya siempre uno propulsando. Evitar, en la medida de lo posible, el “punto muerto” del brazo extendido hacia delante. - Mover las piernas: El trabajo de las piernas es fundamental. Esto ayudará a llevar una posición más horizontal y a ir en línea recta. Trabajar la propulsión tanto en posición horizontal como lateral. - Añadir giro al cuerpo: No hay que nadar como una tabla. El cuerpo debe girar a la vez que se mueven los brazos. Si el brazo derecho está fuera del agua, el hombro derecho estará fuera también, con lo que el lado opuesto debe estar hundido. Hay que nadar en forma de “X”. - Estirarse: Intentar alargar la brazada todo lo que se pueda e ir lo más estirado posible dentro del agua. Esto ayudará a mejorar la técnica. Hay que recordar que se tiene que nadar recto y no ir reptando por el agua. - Coordinar los movimientos: Los brazos deben ir en oposición. Es decir, cuando un brazo propulsa, el otro está preparándose para comenzar la propulsión. Cuando un brazo termina la propulsión, es el otro brazo el que comienza con la misma. - Contar las brazadas: Conforme se va mejorando la técnica de nado, es posible hacer el mismo espacio con menos brazadas y en el mismo tiempo, o incluso más rápido. Esta es una buena forma de motivarse para estar pendiente de la técnica mientras entrenas. - No obsesionarse con el tiempo: Lo primero a tener en cuenta cuando se quiere nadar bien es bajar la marca personal, o nadar más rápido. No hay que obsesionarse. Saldrá solo cuando se mejores la técnica de nado. Font: Mundideporte 5. Los mejores deportes para practicar en la playa durante el verano El doctor Álvaro Herrera, coordinador del servicio de rehabilitación del Hospital Vithas Nuestra Señora de América (Madrid), analiza varios aspectos sobre la práctica deportiva en la playa. Entre ellos, las ventajas y beneficios en esta superficie. La natación, el fútbol-playa, el volley, las palas o correr son actividades recomendadas. Herrera señala que al practicar ejercicio físico o aeróbico nos vemos forzados a mantenernos en constante movimiento, con lo que calentamos, tensamos y trabajamos nuestros músculos. En la playa todo cambia al estar trabajando en otro medio con una superficie totalmente distinta. La arena es una superficie inestable en la que debemos vencer su resistencia, por lo que el trabajo muscular, sobre todo de las piernas, será mucho mayor y la intensidad de la zancada será también más grande. Esto se traducirá en un mayor desgaste y en un elevado consumo de energía. Dependiendo del tipo de deporte que practiquemos, obtendremos diferentes beneficios para nuestro cuerpo. En el caso del Fútbol Playa, al jugarse en la arena y ser una superficie más blanda que una pista o el césped, existe un menor riesgo de sufrir lesiones. Sus ondulaciones demandan un mayor esfuerzo en nuestras piernas y se ejercitan todos los músculos del tren inferior, sobre todo los cuádriceps, los gemelos y los isquiotibiales, especialmente beneficioso para prevenir lesiones de rodilla. Con este deporte también trabajaremos la musculatura del tobillo que nos proporcionará una mayor estabilidad en esta articulación. Además, también se consigue una importante mejora de la capacidad cardio-respiratoria. Las palas nos aportan varios beneficios al jugarse en la orilla o directamente dentro del agua. Esta cuestión no es trivial, porque el agua fría mejora la circulación. Para el aparato locomotor, jugar a las palas contribuye a la afirmación de los músculos del brazo y antebrazo, de las extremidades inferiores y de la espalda, principalmente zona dorsal y lumbar. Si nos fijamos en el sistema nervioso, aumenta su capacidad de alerta y, por tanto, mejoran nuestros reflejos al tiempo que trabajamos la coordinación. Si decidimos practicar Vóley Playa, conseguiremos distintos beneficios. En el tren inferior se favorece el desarrollo muscular y se mejora la circulación de la sangre. Además, los músculos abdominales, dorsal ancho, pectorales, bíceps y tríceps se desarrollan sin esfuerzos violentos, los que nos proporciona una mayor fuerza. También nos permite ejercitar la movilidad articular y la flexibilidad de los dedos, muñecas, codos y hombros y mejorar los reflejos y la coordinación muscular. Por otra parte, muchas veces vemos, sobre todo a primera hora de la mañana, gente corriendo por la playa. ¿Es beneficioso o simplemente con caminar es suficiente? Ambas opciones son beneficiosas pero optaremos por una u otra dependiendo de nuestra forma física. Caminar es una de las mejores opciones que podemos elegir para practicar en la playa, principalmente por la orilla, ya que el terreno es lo suficientemente firme pero a la vez inestable como para que las articulaciones de las piernas (rodillas, tobillos y dedos) trabajen y se fortalezcan. Además, nos ayuda a mejorar la coordinación y el equilibrio, puesto que al caminar por una superficie que nos desestabiliza, varios sistemas de nuestro organismo trabajan para no caernos (sistema propioceptivo). Correr por la playa en principio nos puede beneficiar si estamos acostumbrados a practicar este deporte porque fortalece miembros inferiores y musculatura de la cadera. Pero si no estamos en buena forma o si arrastramos alguna lesión hay que tener cuidado, porque el esfuerzo al que sometemos a nuestros músculos puede ser excesivo y producir alguna sobrecarga en la musculatura de la pierna, como cuádriceps, isquiotibiales, gemelos, sóleo, flexores y extensores de los dedos y planta de los pies. Si éste es tu caso, mejor caminar por la orilla y así, de vez en cuando, refrescamos el cuerpo. En estos meses de tanto calor, el rey de los deportes para practicar en la playa, o en la piscina, es la Natación o cualquier ejercicio dentro del agua. La Natación es el deporte más completo. Es muy beneficioso porque el movimiento que realizamos para vencer la resistencia del agua nos obliga a ejercitar toda la musculatura del cuerpo: cervical, dorsal, lumbar y de las extremidades. Además, el trabajo del sistema respiratorio y cardiovascular que provocamos también es muy positivo para nuestro organismo. Por último, el doctor Herrera indica que lo recomendable sobre la natación es tomarla como un hábito durante todo el año y no limitar su práctica a la época veraniega. Su práctica nos permite tonificar y estirar la musculatura, previniendo dolores de espalda o mejorando problemas en la columna, que suelen empeorar con las posturas y esfuerzos que realizamos cada día. Font: Mundideporte |
Data de realització: 02/26/2014 | Data de la darrera actualització: 08/21/2015
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